UNA DE CAL Y OTRA DE ARENA
De
dónde venimos, dónde estamos y a dónde vamos.
1.
De dónde venimos.
La reestructuración de la sanidad
rural que planteó el equipo consejero de Verónica Casado para la Comunidad de Castilla y León el año pasado fue la
chispa que encendió a buena parte de la población rural para protestar en
contra de la misma, pues en realidad suponía un paquete de medidas más para
seguir recortando la atención primaria de nuestros pueblos, aunque pretendieran
maquillarlo como una reorganización de los recursos disponibles a la demanda
requerida. Como si desde la Consejería y la Gerencia de Atención Primaria no tuvieran más opciones.
Pero debemos recordar, una vez más,
que la situación actual es resultado de lo hecho desde la administración desde
hace bastantes años. La atención primaria y la general se llevan degradando
desde los años 90, y esto no era más que otra zancadilla, pero muy descarada.
Entonces, ¿Por qué este repentino brote de plataformas en defensa de la sanidad
pública rural justo ahora?
De repente, esa reestructuración no
se lleva a término debido al adelanto electoral del gobierno regional, y el
resultado deja entrever que poco ha cambiado en este sentido. Pues cualquiera
que tome el mando de la Consejería de Sanidad poco hará en favor del salvamento
que la misma precisa. Ni unos, ni otras, recordemos que el gobierno más
progresista de la historia cierra la boca ante las leyes que permiten la venta
de la sanidad, ese servicio esencial que toda población debe tener y organizar
por sí misma, como son la ley 15/97 y el art. 90 de la LGS. Que ingenuos somos,
en verdad es normal, sería algo tan radical que desmontaría todos los
chanchullos que tienen montados entre las privadas, los conciertos, las
externalizaciones, las mutualidades y las dobles contrataciones de personal.
Pero luego por otro lado, tratan de apoyar fervientemente la sanidad pública,
cuando son los partícipes de su progresivo desmantelamiento. Por eso, si agarramos
su mano, claramente las utilizadas somos nosotras.
La posición liberal del PP es bastante
clara desde siempre, y más desde la situación a la que han llegado en la
comunidad de Madrid (el caso más alarmante de privatización y ahogo de la
sanidad pública de todo el estado español), pero las actuaciones del PSOE y UP
(y sus confluencias) brillan por su doble rasero.
Junto a lo ya mencionado, el puño y
la rosa encargó el informe Martorell en 1991, recomendando abrir las puertas de
la sanidad pública a las fuerzas del mercado (oligopolio farmacéutico, industria
de tecnología avanzada y empresas constructoras) bajo la excusa de la necesidad
de una gestión más eficiente de los recursos, y la introducción, además, del
famoso copago. Además, participó en el consenso de la ley 15/97, no retiró como
prometió la ley 50/98 que ampliaba la anterior, y tampoco hizo nada ante la ley
de 25 de abril de 2003 que ampara las “nuevas formas de financiación” de la
sanidad madrileña.
El último cambio radical que
ofrecen en materia sanitaria es el nuevo anteproyecto de ley para modificar el
Real Decreto 16/2012 de Rajoy que excluía de la atención sanitaria a los
migrantes en situación irregular. Mira que Rajoy era un demonio, pero da la
casualidad que este proyecto, lejos de echar abajo esa ley, la volvería más
restrictiva: así, en su artículo 3 ter punto cuatro queda
especificado la necesidad de demostrar que las personas llevan más de 90 días
en España para tener derecho a una asistencia sanitaria gratuita, es decir, se
fija por ley la lectura restrictiva que ya habían hecho algunas comunidades ¿Quién mejor que el gobierno más progresista de la
historia para realizar acciones como éstas?
Mientras, la introducción de todo
el espectro político de la izquierda en las movilizaciones de las plataformas,
mareas y la mayoría de los sindicatos corporativos sanitarios se sigue
produciendo ¿Por qué entonces, todo ese movimiento popular blanco que se ofrece
como defensor de la sanidad pública, les invita continuamente a secundar sus
actos, consignas y movilizaciones? ¿Quién utiliza a quién? No entendemos esa
dependencia, pues su contribución en los múltiples contratos y concesiones a la
sanidad privada, así como en recortes a la pública está demostrada.
Ahora que el nuevo gobierno
regional está repartido entre el viejo y el nuevo protagonista ¿Esperamos algo
diferente? Conociendo su dinámica, en primer término, seguro que toman las
bases de la anterior propuesta de reestructuración (a no ser que puedan hacerlo
aún peor) para abordar la precaria situación de nuestra atención primaria rural.
Porque la medicina general de nuestro territorio, en segundo término, no está
exenta de sus continuos ataques. Por ello, nosotrxs, por nuestra parte, seguiremos
señalando a todas las culpables y no consintiendo que se les deje apropiarse de
nuestras necesidades para enarbolar su estandarte salvador, y mientras, ahogar
esa protesta, puesto que “parlamentariamente hacen todo lo que pueden para
revertir esta situación, y así es cómo se tienen que hacer las cosas”. Para que
vamos a luchar en la calle, cuando hay otras que se parten la cara por nosotrxs
en el parlamento… ¿Para eso viven a cuerpo de rey, no?
2.
Dónde estamos.
Las últimas noticias para nuestra
comarca hacen referencia a la
creación de una Unidad de Soporte Vital Avanzado de Enfermería (SVAE), el
segundo de la provincia (el otro segoviano parece que se instalará en
Boceguillas), en el Centro Cultural de Santa Clara en Cuéllar, dotado con
ambulancia (en ningún momento se alude a la necesaria UVI móvil), dos técnicos
sanitarios y una plaza de enfermería conectadas con una de medicina. Un espacio
temporal, pues se cede para 3 o 4 años, hasta que se construya este mismo
espacio en el futuro centro de salud. Nos toman el pelo una vez
más, porque si ahora no dotan a este equipo de la necesaria plaza de medicina y
una UVI móvil ¿A caso lo van a hacer en el nuevo centro de salud?
Aclaramos que esta unidad es conocida como ambulancia de tipo C.
Según Real Decreto 836/2012 del 25 de mayo, esta unidad debe contar con un
conductor, un enfermero y éste estar conectado con un médico si la ocasión lo
requiere. Esta ley es un mínimo que las CC.AA deben cumplir, pero en nuestro
caso, la Junta de CyL las dota únicamente de dos TES (técnicos sanitarios) y un
enfermero.
Se anuncia que se instalará otro servicio más en el Centro
Cultural de Santa Clara gracias a la colaboración del Ayto. de Cuéllar, una
Unidad Militar de Emergencias (UME). Una noticia que nos
parece de lo más sarcástica, pues de sobra son conocidas las actuaciones de
dicha unidad: llegar tarde, ponerse la medalla y encima, contar con los mejores
medios para nada, sólo para tenerles contentos. Unos medios con los que ya
podían contar aquellas que de verdad se juegan la vida literalmente en los
incendios y realizan el mantenimiento de nuestros bosques. Esos trabajadores a
los que no se quiere clasificar como bomberos forestales porque no les interesa
a unos pocos. Es la hostia, en vez de dotar a la comarca de un verdadero parque
de bomberos y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores forestales,
se sigue legitimando a estos parásitos en nuestros pueblos, como si fueran
necesarios.
Por otro lado, parece que se va hablando cada vez más sobre los
procesos de construcción del nuevo centro de salud de Cuéllar en Santa Clara
para subsanar el acceso limitado del actual, y en teoría dotarle de mayores
medios y personal.
Pero ¿Para esto último hace falta un centro nuevo? Si bien en el actual centro
sobra espacio para aumentar la plantilla y dotar de medios (o poner en valor
algunos de los actuales, como la famosa máquina de rayos X), cuesta creer que
lo vayan a hacer en el nuevo. Eso sí, siempre tenemos en boca la falta de
financiación y su necesaria gestión eficiente, pero para construir un centro de
salud nuevo sí que hay de sobra. Para que veamos que hacen algo, toma y calla
¿Quién se va a encargar de construirlo? ¿Nuevo pelotazo inmobiliario?
Lo de las convocatorias a plazas de medicina de equipo y de área
es otra cuestión que tiene traca. El primero es el adscrito a un centro de
salud de una Zona Básica de Salud (ZBS), y el segundo es aquel adscrito a un
centro de salud pero que se desplaza a otros consultorios de otros pueblos
donde se carece de centro. Dieron la orden de cubrir 710 plazas de Medicina
Familiar y Comunitaria, unas 400 plazas de medicina de área y 309 de equipo. Se
han adjudicado 562 del total de plazas ofertadas. De las 401 plazas ofertadas
de medicina de área, 139 aspirantes a personal estatutario fijo no ha
solicitado plaza ni presentado documentación. Se queja la consejería, dice que
la lista seguirá corriendo…
Para Segovia eran 50 plazas, de las cuales, 22 para medicina de
área. De esas, 3 quedan sin cubrir. Las plazas de área son las menos valoradas por lxs
profesionales, ya que trabajan por horas y están adscritas a un área sanitaria
en lugar de a un centro de salud, al contrario de lo que ocurre con los otros
puestos, los de equipo. La Agrupación de Profesionales de Área de
Castilla y León (AmeaCyl) advirtió en un comunicado que la apuesta de la
Junta por las plazas de sanitarios de área “perpetúa” los problemas de la Comunidad para atraer personal de
medicina y enfermería de Atención
Primaria. Efectivamente, si
ofrecen peores condiciones laborales, quien pueda elegir no cogerá la plaza,
pero a la vez sostienen que es que nadie quiere trabajar en los pueblos,
echando balones fuera y quitándose cualquier responsabilidad.
Las
condiciones de trabajo para este personal específico son alarmantes, como
asegura dicha agrupación recogida en un artículo de El adelantado de Segovia, la Consejería de Sanidad los sigue considerando trabajadores por
horas (este mes trabajarás más horas y el que viene menos, según sea la
necesidad), exigiendo disponibilidad permanente del tiempo libre para acudir al
puesto de trabajo, abonando por igual las horas realizadas de día o de noche, o
en días laborables o festivos, y todo ello pudiendo superar las 24 horas
seguidas de trabajo, de lunes a domingo.
Respecto
a la medicina general, la oferta de las especialidades, se cifra en 353 plazas
para todas las provincias. Así, 161 corresponden a Medicina Familiar y
Comunitaria y para las de Enfermería se incrementa la cifra hasta 160 plazas.
Estos
datos contrastan con las largas listas de espera que aún existen en toda la
comunidad (y en todo el estado), aunque aseguran que se han reducido desde el
2020. Para Segovia, a mediados de marzo de 2022 la lista llegaba a 2.417
personas con unos 84 días de espera media, en marzo de 2019 éramos 1.241. Aunque
en esta recogida se añadan los aplazamientos por motivos laborales, personales
y/o contraindicaciones médicas, la existencia de una lista de espera, muestra
que los medios y el personal existentes no son suficientes para la demanda de atención
sanitaria que exige la población.
3.
A
dónde vamos.
Por
tanto, cuando esta lista llegue a cero, la balanza estará equilibrada y estos
profesionales de la política habrán hecho todo lo que han podido y prometido.
Hasta entonces, a causa de la permanencia de una gestión empresarial para un
servicio público, los 20 señoritos que se reparten el pastel juegan con
nuestras vidas y con nuestras condiciones laborales. Nos mean en la cara, dicen
que llueve y seguimos pensando: “a ver cuándo escampa”.
No
podemos seguir dejando que el sector de la salud se siga ligando al mercado, ni
que la pirámide sectorial reproduzca la estructura de clases de la sociedad
capitalista. Ciertos profesionalxs no se pueden convertir en una élite
intocable e influyente en los procesos políticos y económicos. A igual trabajo,
igual salario, como dirían los estudiantes del MIR (Médico Interno Residente).
Debemos
seguir plantándoles cara en la calle y reclamar un servicio justo para nuestros
pueblos. Eligiendo bien nuestros aliados y no dejando que nos tomen más el
pelo. Un buen ejemplo de lucha fue lo que hicieron nuestros compas bercianos
ocupando su hospital comarcal o las vecinas de un pueblo de la sierra segoviana
con su consultorio para reclamar en ambos casos la mejor dotación de medios y
personal en dichos centros. Que cada cual en su pueblo tome las medidas que
crea oportunas, pero coordinémonos de manera horizontal para ser más fuertes y
conseguir nuestros objetivos.
Trabajador@s
sanitari@s y usuari@s unid@s para salvar la sanidad pública.
Luchar
contra la privada, es luchar por la pública.
Reivindicaciones rurales:
-
Más
medios y más personal sanitario.
-
Reapertura
de todos los consultorios locales y centros de salud de los pueblos.
-
Servicio
de urgencias íntegro con personal de medicina, enfermería y UVI móvil.
-
Cuidado
digno de nuestros mayores. Gestión pública de las residencias.
Reivindicaciones generales:
-
Abajo
la ley 15/97 y el art. 90 de la LGS que amparan las privatizaciones y
conciertos con la privada. Donde hay negocio, no hay salud.
-
Creación
de un sistema de industria sanitaria y farmacia públicas.
-
Dedicación
exclusiva para todas las personas que trabajan en Sanidad Pública. Toca elegir
entre público o privado.
-
Abajo
las listas de espera y su gestión fraudulenta.
-
Abajo
la exclusión sanitaria (Decreto Ley 16/2012). Sanidad para todxs, con o sin
papeles.
-
Por
un sistema sanitario centrado en los determinantes sociales de la salud y la
enfermedad.
-
Reapertura
de todos los consultorios locales y centros de salud de los pueblos y barrios.