25 jun 2020

EL Plan de RECORTES CASADO, conduce a la ruina de la Sanidad Rural

Según el documento firmado por la Dirección General de Planificación y Asistencia Sanitaria, las trece localidades que dejarán de contar con su correspondiente demarcación pertenecen a las provincias de Ávila, Palencia y Salamanca. En la circunscripción abulense, los cambios afectarán a la decimoquinta demarcación de El Barco de Ávila, y a las quinta y sexta de Fontiveros. También se amortizarán las terceras de las zonas básicas de salud de Piedrahita y San Pedro del Arroyo.
En territorio palentino, la zona de salud de Baltanás perderá su quinta demarcación. En el caso de Salamanca, en Béjar desaparecerá la decimoctava demarcación, en Guijuelo la quinta y en Ledesma la tercera. En Lumbrales se amortizará la primera demarcación, junto con la tercera de Miranda del Castañar y la decimosexta de Peñaranda de Bracamonte.
Cabe destacar que en el documento no se especifica que nuevas demarcaciones se harán cargo de los pacientes que viven en las mencionadas anteriormente, aunque fuentes de la Consejería de Sanidad hablan de un reparto equilibrado y sin perjuicio para ellos. Asimismo, sí que se detallan qué demarcaciones se crearán. En Ávila lo harán tanto en Arévalo como en la propia capital, además de en Sotillo de la Adrada. En el caso de Palencia, las nueva demarcación estará en Villamuriel de Cerrato. En Salamanca vuelven a predominar zonas urbanas y semiurbanas, como son la propia capital y Santa Marta de Tormes.
Llama la atención el caso particular de El Bierzo, donde a pesar de no desaparecer ninguna demarcación, está prevista la creación de dos nuevas en la zona de salud de Ponferrada.
Para justificar estos cambios, desde Sanidad, la directora técnica de Atención Primaria, Elvira Callejo, asegura que la conocida como Ley de Demarcaciones «entendía que es algo flexible y que puede cambiar por las circunstancias demográficas». También recuerda que este tipo de ajustes «se llevan 20 años haciendo». Callejo explica que a la hora de establecer modificaciones en el mapa de las demarcaciones, primero se realizan de hecho para más tarde ratificarse en mesa sectorial, y entiende que son los cambios en la población lo que fomentan casos como este.
«Si un médico se jubila con poca carga asistencial, los pacientes se reparten», aclara la directora general de Atención Primaria, para después añadir que se trata de una «transformación». Por último concreta que las reasignaciones de los pacientes se hacen buscando cierto equilibrio, tratando de repartirlos entre las demarcaciones más cercanas. Sobre esto, Callejo apunta que muchos de los médicos que asumirán las nuevas zonas también han perdido pacientes por los cambios demográficos.
Ante una modificación semejante en el panorama de la Atención Primaria en el medio rural, la duda que surge es como afectará a los pacientes, que ahora dependerán de otro médico que asuma una parte de los que dejen los que se jubilen. Ante esto, Elvira Callejo es contundente y afirma que «la población estará atendida de la misma manera», además de detallar que «al paciente no le afectará en nada» y que no se trata de «una cuestión de desplazamientos», ya que en este caso es el profesional sanitario el que se tendrá que desplazar hasta el consultorio o el centro de salud de la localidad del paciente, y no al revés.

«Deterioro»

A pesar de las explicaciones que trasladan desde la Consejería, todavía son muchos los que desconfían de este nuevo planteamiento y se muestran escépticos sobre si la atención será la misma que antes. El propio Fernando Pablos, que ya se mostró contrario al nuevo mapa de las demarcaciones en su intervención del martes en las Cortes, aseguró en declaraciones a este periódico que «hay un acuerdo que hay que cumplir», y señaló que «el punto decimoquinto se habla de mejorar la atención primaria». De hecho, el pacto para la recuperación al que hace referencia recoge en dicho apartado que se puede realizar la contratación de profesionales sanitarios con este objetivo, lo que se contradice con la no ocupación de los médicos jubilados que propone Sanidad.
Pablos sostiene que «nadie tiene que tener peores condiciones» en lo que a la atención sanitaria se refiere, a la vez que denuncia que «en los últimos años ha habido un deterioro de la sanidad rural». Por ello, a su juicio, «la supresión de demarcaciones es objetivamente un recorte a la sanidad en el medio rural».
El ‘socialista’ también rechaza el argumento de la directora técnica de Atención Primaria de que no habrá cambios en la atención a los pacientes. «Es imposible que existan las mismas condiciones», insiste, puesto que considera que al haber menos médicos y profesionales sanitarios en general atendiendo la misma zona geográfica, su disponibilidad será menor y la frecuencia con la que pasen consulta en las distintas localidades se verá reducida. «Si hay menos médicos y los mismos pueblos, el tiempo de atención será menor», resume.
Pablos añade también que «la normativa establece los días de atención en función del número de médicos». Se trata de una frecuencia mínima que hasta ahora se venía superando en la mayoría de los casos. No obstante, ahora todo apunta a que por cuestiones de disponibilidad, las visitas se tendrán que reducir a ese mínimos exigible que está legislado.
Además, el secretario general del PSOE de Salamanca muestra otro inconveniente derivado de la supresión de demarcaciones en el medio rural. Explica que «si en las zonas básicas de salud hay menos médicos, hay épocas en las que habrá atención deteriorada», en referencia a periodos de vacaciones o bajas por enfermedad en las que resulte prácticamente imposible prestar atención a todos los pacientes.

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