INTRODUCCIÓN:
Los textos que siguen a continuación son resultado de una experiencia de trece años en la comarca de Sanabria a lo largo de los años 80 , y los iré publicando poquito a poco en este espacio .Como toda reflexión personal, estos retratos y relatos están marcados por impresiones y valoraciones subjetivas. Son las cosas como yo las he visto Vaya esa advertencia por delante, en la certeza de que pueden contener probablemente algunas referencias imprecisas o inexactas de personas y situaciones o lugares sea porque me falle la memoria en algunas circunstancias o bien porque no me haya parecido oportuno desvelar ciertas identidades en otros. Además hay que considerar como natural el error subconsciente al rememorar determinados hechos pasados un poco como a uno le hubiera gustado que hubieran sucedido.En cualquier caso he procurado ser fiel tanto a los recuerdos como a mis convicciones y principios .También en lo que pueda haber de fabulación en ocasiones, que son las menos.En todo caso han pasado 40 años de ello y por eso el tiempo ha borrado estas huellas;por eso, los relatos se pierden en ese tiempo, y los detalles apenas ni yo mismo los recuerdo. Dejo al lector, sobre todo si conoce la comarca y las circunstancias en las que se vivieron, el espacio para la crítica, que agradezco de antemano.
Retrato número 1:MY FRIEND de TREFACIO
Retrato número 1:MY FRIEND de TREFACIO
.....Era un anciano bastante peculiar, de pelo blanco y escaso, aunque siempre cubierto por una boina que nunca le vimos quitarse, al menos en el bar o en nuestro consultorio ni tampoco en la iglesia, porque allí no entraba; quizás por eso extrañaba más que le faltara el rabito, que la tuviera capada .El resto de su indumentaria lucía ese brillo de lo viejo y gastado ,sobre todo en los codos ,los puños y solapas de la chaqueta, pero también en unos típicos pantalones de pana ,capaces de tenerse en pie por sí solos, y que eran entonces el uniforme habitual de los pastores. Bajo su boina dejaba entrever unos ojos de mirada muy segura, y su barba de varios días, junto a su hablar socarrón y la risita en la que apoyaba sus comentarios, que le daban un aire diferente al resto de los vecinos de Trefacio .Como persona, transmitía esa seguridad en sí mismo que sólo tienen los que ya han pasado y han visto casi todo y en gran medida lo han perdido ,son los perdedores de este mundo.My Friend nunca se callaba, daba a entender que estaba al tanto de lo que cada día se cocía en el mundo y llevaba su falta de higiene general, como si fuera una categoría dentro de la pobreza. Le pusimos ese apodo, My Friend ( al final todo el mundo le acabó conociendo como Maifren ) ,casi al tiempo de conocerle, hasta el punto de que he olvidado por completo su verdadero nombre, pero no las circunstancias y la fecha en que nos conocimos, pues ocurrió el 23 de febrero del 81. …….Solo cinco días antes, habíamos tomado posesión de la plaza vacante de medico en el pueblo de Trefacio de Sanabria que ibamos a compartir Joseba ,Andrés y yo para los 3 años siguientes...y apenas me había instalado con Andrés , pues Joseba estaba fuera arreglando temas suyos en esas fechas: los medios de comunicación de entonces eran muy defi,cientes en aquella comarca y como nuestra radio solo disponía de una antena interna, que sujetábamos en la pared, no conseguíamos sintonizar todo lo que queríamos con ella; aun así estábamos oyendo radio 3 esa tarde, cuando se interrumpieron las emisiones para anunciar la entrada de Tejero en el Congreso, incluyendo los ruidos de las ametralladoras, y más tarde el anuncio de que Milans del Bosch había declarado el estado de sitio en Valencia. No sabíamos qué hacer, dónde meternos, si salir o permanecer en casa… y, cuando se impuso la necesidad de comunicarnos con la familia, decidimos bajar al bar de la plaza, pues disponía de teléfono. No nos cruzamos con nadie en el camino, como si nadie quisiera salir de sus casas. A la entrada del bar vimos a Barel el practicante, forastero como nosotros,gallego por mas señas, y también muy asustado. Barel también gastaba barba y en su caso estilo Valle-Inclan ,lo que delataba, y además no era aquel un momento de ambigüedades Las noticias de Pucela eran muy preocupantes, los rumores daban por hecho que la Capitanía de Valladolid se iba a sumar al golpe . Elo, mi mujer, no sabía que podíamos hacer y tampoco le parecía bueno que fuese a casa, ni ella venirse con los niños, solo esperar. En San Sebastián la situación era parecida en cuanto a inquietud y temores de todo tipo, según lo poco que Andrés había podido hablar con los suyos. No dejábamos de mirar a la calle, esperando que en cualquier momento apareciese la Guardia Civil :la idea de que nos fueran llevando al cuartelillo no parecía descabellada (casualmente ya nos habían parado en la carretera para identificarnos el mismo día de llegar a Sanabria, pues, con barbas muy pobladas los dos, no les debió gustar nuestra pinta, sorprendiéndose al contarles cual era nuestro trabajo). Con Barel y nosotros en la barra, solo estaba el dueño del bar. El hombre tenía meritos de guerra del bando nacional, nos dijo, y tampoco disimulaba su preocupación; según daba a entender, al menos, no parecía muy entusiasmado con volver a vivir la guerra de nuevo, A nosotros dos nos asaltaba todo el tiempo la idea de coger la mochila y tirar a la sierra o camino de Portugal, eso era lo que nos pedía el cuerpo, pues nos sentíamos atrapados en aquel entorno, apenas conocido, y que nos parecía hostil. Cuando calló la noche, nuestra incertidumbre aún era mayor. La televisión mantenía la carta de ajuste, con música clásica como fondo, dando paso luego a una o dos películas antiguas, creo recordar. Apareció entonces un anciano en el bar y fue a sentarse en la mesa del rincón .Nos preguntó lo que pensábamos de lo que estaba pasando y sin esperar contestación declaró primero sus ideas socialistas y sin interrupción comenzó a contar en voz alta cosas de su vida. Mientras le escuchábamos el tiempo ya no parecía detenido, el temor se hacía más llevadero y al calor de sus relatos, nos fuimos abstrayendo de aquella angustiosa situación, y fuimos pasando aquella velada, ……Maifren junto a otros dos vecinos de Trefacio, había emigrado en su juventud, a principios de siglo, a los Estados Unidos de América, como le gustaba decir y en concreto a Nueva York .Habían hecho toda clase de trabajos, como descargadores en los muelles y en los mercados, y por último en la hostelería,de camareros en los restaurants y cabarets del luminoso New York.
Testigo de aquellos años locos, nos hablaba de Fred Astaire y Ginger Rogers como si fueran de la familia, de los últimos días del cine mudo y las primeras películas del sonoro, de la calle 42 ,de la ley seca y los tugurios ilegales que controlaban los italianos ,de los bailes de salón ,el can-can y el foxtroot , y de aquellos salones donde tenían lugar. -Entonces se ganaba buen dinero, nos decía y se vivía a lo grande…pero al día ,ganar y gastar. Eran los años 20, y la vida social se había convertido en un torbellino, que empujaba a todos, …. hasta que todo aquel mundo se hundió bajo sus pies ,con la catástrofe financiera de Wall Street , el crac de 1929. Salvo Pepe Bicicleta - otro fatigoso compañero de entonces,a quien oí contar años después como intentó repetir suerte en las minas de plata de Cuba y por eso tardó algo más en volver- los emigrantes sanabreses regresaron a su tierra natal, con el desastre mundial a sus espaldas y trayendo como única herencia común de su peripecia americana, un puñado de vocablos, frases comunes y sobre todo los números :
Good morning , good night , my friend, sorry, beautiful ,one ,two ,three, four, five ,six. seven, eigth ,nine, ten, que castellanizaban para saludarse, o para hacer sus apuestas en el subastao variante del tute que se jugaba en Sanabria. ¡Tuenti en oros, mai fren! . Observar la partida de aquellos vejetes subastando en espanglish era un espectáculo divertido y totalmente surrealista y solíamos presenciarlo cuando se terciaba.
Good morning , good night , my friend, sorry, beautiful ,one ,two ,three, four, five ,six. seven, eigth ,nine, ten, que castellanizaban para saludarse, o para hacer sus apuestas en el subastao variante del tute que se jugaba en Sanabria. ¡Tuenti en oros, mai fren! . Observar la partida de aquellos vejetes subastando en espanglish era un espectáculo divertido y totalmente surrealista y solíamos presenciarlo cuando se terciaba.
Con el apodo de Maifren se quedó aquel curioso paisano que nos hizo tan amable compañía aquella larga tarde-noche de febrero y que soportaba sin agobio la marginación que le creaban sus ideas a pesar de que sólo eran unos pocos votos cada jornada electoral que rompían la monotonía del poder y otras pequeñas licencias. Su nieto Jose que tuvo el atrevimiento de ir un poco más allá , perdió su pequeño negocio y tuvo finalmente que marcharse del pueblo. My Friend ya se había muerto para entonces .Su actitud de mantenerse en pié, tras perder una batalla y otra, me dejó una profunda huella ,al margen de las diferencias que pudiéramos tener y que en situaciones como la del 23F se dejaban a un lado
Soy May, me parece precioso el relato y muy, muy interesante
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