30 jun 2023

BREVES RELATOS Y RETRATOS SANABRESES .retrato nº2 :GERARDO, "el del ojo de cristal"



 Gerardo ,el del ojo de cristal :

Se decía en el pueblo, y probablemente fuera cierto, que salió del pueblo para casarse , que  su mujer le abandonó la misma noche de bodas, y que por eso regresó a Trefacio al  poco tiempo , igual que se había ido. Aquí le quedaba algo de familia: al menos una hermana y una parte de la casa familiar que se hacía enorme para sus necesidades, porque desde entonces decidió vivir solo.  Toda la vida trabajando, pero poco tenía cuando volvió a casa y poco parecía necesitar para subsistir  Era un hombre de baja estatura y físicamente poco agraciado; en su cara ancha destacaba el ojo izquierdo, inmóvil porque era de cristal, pero brillaba y parecía tener vida propia, sobre todo cuando Gerardo hacía su gesto más característico: una mueca con esa parte izquierda de la cara, mientras los labios dejaban entrever sus escasos dientes y una sonrisa sardónica...Con esa mueca apostillaba sus habituales comentarios, siempre mordaces, cualquiera que fuese el tema del momento.. En ocasiones se pasaba con el alcohol, porque se dejaba liar, cosa que en Sanabria tenía lugar tradicionalmente en lunes, por ser el día de mercado. Entonces, Gerardo despotricaba contra todo y contra todos: La Iglesia y las mujeres eran sus temas más recurrentes pero también los ricos, los políticos, los caciques de aquí y de allá, y todo aquel a quien la fortuna hubiera sonreído; todos ellos sin remisión tenían su ración correspondiente. Le gustaba también, desatado de inhibiciones, hacer rabiar a los niños y asustarlos sacando su ojo de cristal, y siempre salía al trapo cuando los adultos le recriminaban, tenían que dejarle por imposible: En cierta ocasión la” ti Josefa ,“( o quizás se llamase de otro modo),una señora de las de la plaza, le recriminó que anduviera hacía las 5 de mañana armando bulla por allí…y el ,lo contaba todo el rato incluyendo, entre risas, su respuesta……. -no andarías tú muy lejos ,tía pu… Aquellos excesos tampoco eran demasiado frecuentes y por esa razón, no le solían acarrear males mayores: -bastante tiene con lo suyo.. era el comentario más habitual  y aún así ,en ocasiones saltaba aquellos límites ,sobre todo cuando era jaleado por los mozos del pueblo; entonces perdía el control y acababa siendo víctima de las bromas que él mismo empezaba.

Cotidianamente, veíamos a Gerardo llevando del ramal a su única vaca a pastar. La llevaba por la mañanita al ” prao del toro”, un terreno comunal apenas utilizado, porque ya no existía entonces el toro semental, inquilino natural de dicha pradera, y signo de mejores tiempos de la ganadería en Trefacio ;pasaba buena parte de la mañana haciéndole compañía. De atardecida, la devolvía a casa. Así, todos los días, esa era su rutina, cuando le conocimos.
 En Sanabria, con la salud no había términos medios: te encontrabas en todos los pueblos algunas personas muy longevas,sobre todo hombres en gran medida porque las mujeres soportaban  más de la mitad de la carga tanto de los trabajos como de los cuidados-con noventa y tantos años, fuertes y sanos, verdaderos supervivientes de la selección natural, pues habían trabajado tanto como los demás que era mucho, pero algo no perceptible les daba esa naturaleza -la buena encarnadura ,se decía..pero Gerardo no era de esos, y  sin llegar a los 65 años, reunía algunos achaques de importancia, aparte lo del ojo, que se atribuía a un accidente laboral:también padecía un reumatismo poli articular, muy malo de llevar en estas tierras, y lo que es peor, una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, probablemente iniciada en el trabajo de construcción  de los túneles del Padornelo y La Canda, que ,curiosamente no figuraban cotizados en su vida laboral ..era un misterio ,pues lo seguro es que había trabajado allí de joven,aunque no lo tuviera acreditado En el tema de las incapacidades,sólo valen los papeles :
Como en muchos otros lugares ,donde reina la ignorancia y la picardía de quienes se benefician de ella,  se había creado con el tiempo una red de  corrupción  muy tupida , que alcanzaba desde los funcionarios, administrativos, inspectores y políticos caciques de diverso rango a los miembros de los tribunales médicos, abogados, etcétera.Lo que también explica que un caso de simple justicia, como nos parecía este, se tratase con un rasero difícil de alcanzar: No vale tener razón, lo importante es tener papeles timbrados donde ésta se acredite, al margen de que sean fraudulentos, como sucedía en muchos casos. Nos llevó más de un viaje a Zamora a plantear humanamente su caso, y darles guerra con él, aparte, claro está, las consiguientes revisiones de evolución de sus enfermedades, hasta que, por fin, la Inspección y el Tribunal Medico aprobaron un expediente favorable para Gerardo. 
 No obstante, el caso tomó un rumbo inesperado: Joseba y yo habíamos ido a Zamora aquel día, y volvíamos, ya entrada la tarde. Nada más llegar, notamos algo enrarecido en el ambiente, silencio y murmullos el torno al bar la Caseta: Nos comunican que el Juez de Puebla está en Trefacio y que nos presentemos ante él en el Ayuntamiento: Gerardo, según los indicios, se ha suicidado y nos correspondía hacer la autopsia… …..aunque en nuestra ausencia había llegado el médico de Puebla y como este compañero había actuado ya en muchas ocasiones de forense, se prestó a llevarla a cabo, salvándonos de esa responsabilidad. En todo caso se trataba de un trámite, pues Gerardo no dejó nada al azar: Había afirmado la soga en la viga principal de su habitación, Se la lazó al cuello y acto seguido se lanzó por un ventanuco al exterior de la vivienda quedando suspendido al lado de la pared y ahorcado. Después de un suceso tan trágico como este, se buscan toda clase de explicaciones, razones y también indicios o señales previas:…. que si estaba taciturno días atrás, que si había dicho o no había dicho, cada cual tenía su teoría particular. Chamarín , el del chigre y  tienda para todo, era quien le había vendido la soga y aseguraba haber notado algo extraño en su comportamiento, pero no se atrevió a entrar en detalles: -No me dijo para qué iba a usarla…y señalaba pidiendo comprensión..¿ ..Y quien le pregunta a Gerardo para que quiere una soga de 5 metros…? ….Podía contestarte cualquiera cosa ¿O no? Lo cierto es que sorprendió a todos, también a nosotros, aunque tampoco le vimos entusiasmado por lo de la pensión…pero…
De cualquier modo, y en honor a la verdad, se despidió Gerardo dejando un mensaje a cualquier buen entendedor: sobre su cama, impecablemente hecha, el traje de domingo, una camisa limpia, unas tijeras según la costumbre sanabresa, unas botas nuevas, ….y bien a la vista, cuidadosamente doblado el impreso certificado que le notificaba la aprobación de su expediente de invalidez, y la cuantía económica con efectos de esa misma fecha Como decía Barel el practicante, que curiosamente también era tuerto del ojo izquierdo.. ……Este cabrón de Gerardo vaya como nos la jugó, .!!...
Genio y figura hasta la sepultura…!!

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