4 may 2020

EL DERECHO A DECIDIR SOBRE LA PROPIA VIDA

Mucho se ha escrito en torno a este tema tan importante como controvertido y tantas veces trufado de prejuicios religiosos,culturales..Ideológicos,en suma.Decidir sobre el propio cuerpo - en el caso del embarazo no deseado para plantearse su interrupción (el aborto )- si se trata de las mujeres y/o la propia vida en cualquier situación que lo exija y  sobre todo cuando se padece una enfermedad terminal e incurable, partiendo de la convicción de que al menos quien dignamente ha vivido tiene derecho a morir dignamente también (eutanasia) :Son decisiones trascendentales en las que a nuestro juicio, sólo cabe respetar la autodeterminación de cada persona a quien - previamente informada- le corresponde tomar una decisión u otra Como sabemos, muchos médicos anteponen las propias convicciones a las de los pacientes y por eso existe la distanasia, comunmente conocida como obstinación o  encarnizamiento terapeútico,que significa prolongar la vida, aunque sea artificialmente,sin poner énfasis en la calidad o las condiciones a veces insoportables de ésta, y sin contar con la voluntad expresada por el paciente.
Luis Montes en  el Hospital de Leganés 
Antes de entrar más a fondo  en el terreno de estas ideas y el  debate que suscitan , señalaré unas notas prácticas sobre la experiencia inmediata, que- como sabe todo dios -la pandemia ha puesto en el primer plano, debido a que las situaciones de confinamiento han separado a las personas bajo aislamiento de sus seres queridos,hasta el extremo de que muchos enfermos de covid- 19 han fallecido en absoluta soledad, a pesar de que los propios sanitarios trataban de acompañarles, saturados del trabajo con otros pacientes.Esto ha ocurrido de forma más intensa en las Residencias de Ancianos ,y también en los Hospitales.
las ucis y el aislamiento
Especialmente dura es la situación  de confinamiento no voluntario (las personas presas)pues no sólo pierden sus afectos sino que están bajo la custodia de personas en las que en absoluto confían como son sus carceleros.


detalle de una enfermería penitenciaria  
La propia decisión sobre lo que afecta a la salud cuando se está en condiciones de tomar ,tampoco es  sencilla:
   Ayer recibimos a un paciente en el centro de salud que presentaba un cuadro de arritmia cardiaca que requería abordaje ,control y tratamiento hospitalario.Era dificil comunicarse con él y su conyugue por ser migrantes de origen rumano y con dificultad para comunicarse en castellano. Nos comunicamos con otro familiar y la situación se planteaba así.... :El paciente no desea acudir a Urgencias por temor a la posibilidad de contagiarse del covid-19. Le  informamos  de los riesgos que contraía de no  ser evaluado en el servicio de urgencias del  Hospital,pero informado de ello, persiste en su decisión y logicamente ésta prevalece y se fué a su casa .

Representante de la Conferencia Episcopal
 El problema de las personas afectadas por las formas graves del covid19, y la medida de aislamiento que supuso no poder ser siquiera despedidos por sus familiares antes de fallecer,tanto las que murieron en las UCIs como las que lo hicieron en Residencias de Ancianos nos sugiere también cómo por parte de las instituciones sanitarias no se ha respetado el derecho de estas personas  a sentirse acompañados en los últimos momentos de sus vidas ,invocando
"los velorios" la  gran canción de Brassens.Abajo ,la letra
las medidas de protección contra la progresión de la pandemia.La interpretación estricta de los protocolos ha causado un gran dolor , además irreparable a muchisimos enfermos y sus familias.En el  supuesto de enfermos con enfermedades graves y/o  incurables  no se han arbitrado normas flexibles que hubieran evitado en parte estos efectos adversos.Por supuesto que no se puede tener una UCI en cada domicilio,para garantizar una asistencia de estabilización clínica de toda garantía y a la vez  atender los deseos del paciente en estado  critico, pero en los casos de irreversibilidad sí se debió y se deberá en lo  sucesivo, facilitar el alta voluntaria de muchos para estar cerca de sus seres queridos ,guardando allí las medidas de seguridad apropiadas para evitar el contagio y la transmisión de la enfermedad. En todo caso no puede ser peor el remedio que la enfermedad.
Cuando Montes acudió a una de sus muchas charlas, en  la del Ateneo Republicano de Valladolid pudimos debatir sobre el tema  y se recordó cómo se ha ido perdiendo la sana tradicción de muchos pueblos en torno a el acompañamiento, a los velatorios que tan bien refleja la canción de George Brassens y que representaba una visión de la muerte más libre de prejuicios y temores como la que tenían nuestros mayores.
En todo caso hay una única forma de hacer valer el derecho de las personas a la gestión de los ultimos momentos de su propia vida y es el ejercicio de ese derecho esté o no entre los supuestos aceptados de cuidados paliativos.
 No puede ni debe ocurrir que el remedio sea peor que la enfermedad.Y naturalmente una cosa es ese "salvar vidas" de que se habla cuando conseguimos recuperar a los pacientes y acaban volviendo a casa y otra muy distinta contemplar la desolación de los enfermos por un lado y la de sus familias cuando no están a tiempo de despedirse de ellos. La batalla librada hace años  por Luis Montes en el hospital de Leganés, no acabó con su fallecimiento pues dejó un gran trabajo en la asociación por el derecho a una  muerte digna y en su lucha contra la
jorge león .Delante una escultura suya
obstinación o encarnizamiento terapeútico que sacó el tema a debate nacional.


Una última consideración en memoria de quienes como Jorge León o Ramón Sampedro tomaron voluntariamente la decisión de que se les ayudara  a bienmorir practicando  la eutanasia y es repetir ese criterio que hace necesario el  respeto a la dignidad ante la muerte al menos  de quien  la ha mantenido en vida.Publicamos también una nota de Luis Artigue sobre Jorge. 
 ver enlaces 
http://www.brassensenespanol.es/les_funerailles_dantan.html

https://www.elmundo.es/elmundo/2006/05/06/sociedad/1146899841.html 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dejanos tus comentarios

  Fernando Colina Pérez (Valladolid, 1947) es docente, ensayista, investigador y psiquiatra emérito del Hospital Universitario Río Hortega d...